Hoy en día, la conciencia es un tema de debate entre los científicos. Algunos sostienen que es un producto del cerebro, mientras que otros argumentan que el cuerpo también juega un papel crucial en la conciencia. La práctica de Chikung, una antigua disciplina china que combina movimientos físicos, respiración y meditación, puede ofrecer una nueva perspectiva sobre este debate.
¿Qué es la Conciencia?
La conciencia se define como la capacidad de ser consciente de las cosas y de uno mismo, “darse cuenta”, proporcionando un sentido de identidad.
Tradicionalmente, se pensaba que solo los humanos poseían conciencia. Sin embargo, experimentos con chimpancés, gorilas, elefantes, delfines y cuervos han demostrado que estos animales también tienen la capacidad de reconocerse a sí mismos.
Desarrollar la conciencia se refiere a nuestra habilidad para percibir y comprender el entorno que nos rodea, incluyendo la capacidad de autoobservación. Esto nos permite desarrollar un sentido de identidad y reconocer nuestra propia existencia. En otras palabras, es la facultad que nos permite tomar conciencia de las situaciones y reflexionar sobre nosotros mismos, lo que nos lleva a comprender quiénes somos como individuos.
La Conciencia y el Cuerpo
Existen evidencias que sugieren que la conciencia no se limita a la actividad cerebral si no que el cuerpo podría jugar un papel importante en la conciencia.
La relación entre la conciencia y el cuerpo es un tema fascinante que ha sido objeto de estudio en diversas disciplinas. Aunque tradicionalmente se ha considerado que la conciencia es un fenómeno puramente cerebral, cada vez hay más evidencias que sugieren que el cuerpo también juega un papel crucial en la conciencia.
Por ejemplo, durante ciertas prácticas físicas como el yoga o el chikung, técnicas respiratorias o masajes terapéuticos, muchas personas han sido capaces de recordar experiencias emocionales intensas de su infancia1. Esto sugiere que el cuerpo, y no solo el cerebro, puede ser un vehículo para acceder a nuestra conciencia.
Además, la conciencia del cuerpo, también conocida como cinestesia, es la capacidad de ser consciente de la posición y movimiento de las partes del cuerpo en relación con los músculos y las articulaciones2. Esta conciencia corporal puede ser especialmente aguda en los practicantes de disciplinas físicas como el chikung.
Por otro lado, se ha observado que la percepción del cuerpo puede influir en nuestros pensamientos y emociones3. Por ejemplo, las personas que han perdido una extremidad a menudo experimentan lo que se conoce como “miembro fantasma” 3 una sensación de que el miembro amputado todavía está presente. Este fenómeno demuestra la importancia del cuerpo para la autoconciencia.
Aunque la conciencia ha sido tradicionalmente considerada como un fenómeno puramente cerebral, cada vez hay más evidencias que sugieren que el cuerpo también juega un papel crucial. La práctica de disciplinas físicas como el yoga o el chikung puede ayudarnos a explorar esta dimensión corporal de la conciencia y a mejorar nuestro
La Conciencia en la Práctica de Chikung
A lo largo de la historia, ha habido personas que han centrado su atención en su interior y no en el mundo exterior, con el objetivo de entender mejor la naturaleza humana, descubrir de dónde venían sus aspectos positivos y sus defectos.
Con la actitud de un científico e impulsados por una profunda curiosidad, exploraron territorios que pocos habían explorado antes. Figuras como Buda, Lao Tze, Confucio en la antiguedad o el Dr. Pang Ming más recientemente, destacaron en esta búsqueda.
A menudo han compartido sus descubrimientos sobre los diferentes estados de consciencia alcanzados utilizando un lenguaje metafórico, pues las palabras comunes son insuficientes para expresar lo que habían experimentado ya que solo la experiencia personal y subjetiva puede conectarnos con el mundo de posibilidades que ya habían explorado.
De esta experimentación surgen prácticas como el Chikung, que funcionan como un puente que nos ayuda a cruzar desde nuestro mundo cotidiano hacia otro más sutil y transformador.
A través de la práctica de Chikung, podemos obtener una nueva percepción de la naturaleza de las cosas y explorar nuestro mundo interior de manera más profunda.
El Chikung es una práctica que integra cuerpo, mente y espíritu donde, a través de movimientos físicos, técnicas de respiración y meditación, se consigue equilibrar nuestra energía vital o “Qi”. Esta práctica ayuda a las personas a ser más conscientes de su cuerpo, sus pensamientos y sus emociones, lo que puede mejorar su sentido de identidad y autoconciencia1.
Por ejemplo, un ejercicio común en Chikung es la postura del árbol.
En este ejercicio, los practicantes se colocan con los pies firmemente en el suelo, separados a la anchura de los hombros. Los brazos se elevan lentamente hasta el nivel del pecho con las palmas hacia el cuerpo. Los practicantes visualizan el Qi moviéndose desde el suelo a través de los pies, las piernas, la columna vertebral y hacia los brazos y finalmente fuera de las palmas. Este ejercicio puede ayudar a las personas a ser más conscientes de su cuerpo y sus emociones.
Además, la práctica del Chikung puede tener beneficios terapéuticos. Según la medicina tradicional china, el flujo adecuado del Qi puede promover la salud y el bienestar2. Por lo que, al practicar Chikung y cultivar la conciencia del cuerpo, los pensamientos y las emociones, los individuos mejoran no solo su autoconciencia sino también su salud general.
El estado MíngJué en la práctica del Zhineng Qigong
Zhìnèng Qìgōng es un sistema creado por el Dr. Pang que combina la teoría de la conciencia con ejercicios energéticos.
Basado en la teoría de la conciencia se habla del estado de Yiyuantì, que es el nivel más elevado y puro de la conciencia despierta. Para alcanzar Yiyuantì debemos practicar MíngJué.
MíngJué es el estado de conciencia autoconsciente y despierto donde el observador se observa a sí mismo. Alcanzar y mantener este estado es la base de la práctica de Zhineng QìGōng, y tiene beneficios ilimitados para la salud mental y emocional.
Con el entrenamiento adecuado, la manera más simple de alcanzar el estado MíngJué es percibirte claramente como el observador. Mediante la utilización de ciertos sonidos repetidamente, tu atención se vuelve hacia el observador, reconociéndose a sí mismo claramente.
Técnicas como la respiración en ángulo recto también ayudan a mantener MíngJué. Combinando con las prácticas de Zhineng QìGōng, puedes entrenar habilidades de MíngJué de forma muy efectiva.
Al entrenar el hábito de regresar a Mingjue ante cualquier detonante, puedes mantener paz interior en todo momento. Poco a poco desarrollas cierta resistencia al estrés.
En la vida diaria, persiste en volver a Mingjue ante cualquier situación o pensamiento negativo, reemplázalo con información positiva, poco a poco desarrollas resistencia al estrés y tu bienestar emocional mejorará.
Los practicantes a menudo se preguntan: “¿Cómo puedo disminuir el estrés y la ansiedad en mi vida?” La respuesta se encuentra en el estado MíngJué.
En nuestras clases de Chikung aprenderás técnicas muy efectivas para desarrollar tu estado MingJue, tomar conciencia de ti mismo, a equilibrar el Qi a través de movimientos físicos, técnicas de respiración y meditación y con ello mejorar tu capacidad para conocerte mejor e interactuar con el mundo que te rodea.
Como hemos visto, la conciencia es un fenómeno complejo que no se limita a la actividad cerebral. La práctica de Chikung ofrece una perspectiva única sobre la conciencia al integrar cuerpo, mente y espíritu. A través de esta práctica, podemos explorar nuevas dimensiones de la conciencia y mejorar nuestro bienestar general.
Quizás te pueda interesar profundizar mas sobre el estado MingJue y cómo lograrlo. En posteriores artículos desarrollaremos ampliamente este tema.
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